
Como en otoño la vida a veces
De la nada apareciste de repente,
como en otoño la vida a veces
madurando mi silencio para que floreciera
hasta llegar a tus lejanos oídos
fructificando su seco grito de amor, en versos:
huellas para humedecerse en tus “ojos color verano”;
pisando el fuego de mi orgullo, caminando hacia a ti
dejando sin voz mi miedo, adentrándome en tu lejana mirada
devanando mis ojos a una trasparente ola, viéndome tú así,...