
Mi brújula y mi isla
Apasionarme poco a poco de ti;
tú, barriendo ese follaje de otoño
que en mi corazón se amontonaba;
tú, dejándome evadir de un eco de culpabilidad:
ella, mi defectuoso amor, mi forzada felicidad;
tú, regando ciertas imborrables lágrimas mías:
esos sueños que se dormían sin descanso;
tú, recordando mi única y grande tristeza:
no oír el silbato de ese tren donde tú viajabas
y tú, enredando...