
Robaré al tiempo tu pupila
Dibujé alas a tu alada alma
si bien no debía,
para que volaras tan lejos:
de mis aclarados ojos,
de mis decididas manos
de mis rápidas piernas.
Puse rocas a mi corazón
si bien no debía,
anulando su ingravidez:
para no alcanzarte para no abrazarte
para no amarte para no extrañarte
cuando un tiempo no podía
cuando mi alma recordar no sabía,
cuando tu mirada me sostenía.
Te dejé entrar...