A Veces Siempre
"A veces siempre" oigo el viento susurrar tu nombre.
"A veces siempre”,
siento el sol dibujar en mi piel,
con sus pinceles dorados,
tu tierna sonrisa andaluz.
siento el sol dibujar en mi piel,
con sus pinceles dorados,
tu tierna sonrisa andaluz.
"A veces siempre" encuentro en mi corazón tu alma,
tu dulce marca indeleble de mi vagabundear,
adelgazar el silencio de mi llama,
reduciéndola hasta vigorizar
el ruido de su fuego.
"A veces siempre",
tu lejanía deja escabullirse,
mi pasión de los segundos
mi imaginación de los minutos
mi lógica de las horas
encaneciendo mis sueños
encareciendo mis miedos
embotellando mi tiempo.
"A veces siempre", la luz de tus ojos no abandona nunca
los oscuros rincones de mi alma.
"A veces siempre", cuando esta habitación está vacía,
dejo a las palabras, las llaves para encontrar un rinconcito
y atrapar allí dentro este dolor descarado.
dejo a las palabras, las llaves para encontrar un rinconcito
y atrapar allí dentro este dolor descarado.
"A veces siempre", cuando el invierno de tu corazón,
sostiene tus palabras matemáticas,
encendiendo una fugaz sombra en el mío,
dejando huellas de su frío como morados en mi piel,
dejando rastros de mis lágrimas, como hojas caídas,
en mis desabrigados versos…
sencillamente cierro mis ojos y te imagino:
adobando la oscuridad de la noche, con tu bello y largo cabello negro;
prestando, a las borrosas estrellas, la brillantez de tu rostro;
maquillando las olas del océano con las de tus iris
y todo este hielo se hiela
abrigando mi imaginación con lo que puedo agarrar solo aquí dentro
y que no alcanzo allí fuera:
tu corazón.
sostiene tus palabras matemáticas,
encendiendo una fugaz sombra en el mío,
dejando huellas de su frío como morados en mi piel,
dejando rastros de mis lágrimas, como hojas caídas,
en mis desabrigados versos…
sencillamente cierro mis ojos y te imagino:
adobando la oscuridad de la noche, con tu bello y largo cabello negro;
prestando, a las borrosas estrellas, la brillantez de tu rostro;
maquillando las olas del océano con las de tus iris
y todo este hielo se hiela
abrigando mi imaginación con lo que puedo agarrar solo aquí dentro
y que no alcanzo allí fuera:
tu corazón.
"A veces siempre”, Erised, unas fotografías del ayer
son las únicas cosas que poseo de ti ahora.
