A dos pasos de ti y tú a mil millas de mí
Perfecta como la luz de la madrugada,
tus ojos desabrigan mis inconstantes latidos,
como el tímido sol entreabre el camino a la mañana,
embebiendo de amor este corazón
deshidratado de esa naciente y palpitante pasión.
Perfecta como la esencia del cielo,
tu “perfume” aleja mi alegría de esa fragancia
que rodea mi caprichoso roble,
esta “mía” espesa corteza,
esa robusta y pura tristeza,
esa robusta y pura tristeza,
extirpando raíces de atardecer,
rociándolo con pétalos de amanecer,
para poder traducir mis sueños en existencia
y dar un hogar a esta alma mía sola y salvaje.
Perfecta como la musicalidad del mundo
tu voz alegre teje mi eterna rima
inmovilizando el desalmado tiempo.
Adornando mi alma con tu alegría,
la abrigas cuando hay tormentas
y la humedeces cuando hay helados tormentos
que la resecan de únicos momentos…
pero siempre “estaré” aquí,
a dos pasos de ti y tú a mil millas de mí.
Bonito poema pero triste, me ha gustado mucho, gracias por traerlo. Te deseo un lindo día. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado Laura, un abrazo!
Eliminar